SALA 3: Violencia del Contexto
La violencia puede llegar a ser un fenómeno complejo que puede presentarse de forma externa a los cuerpos, siendo el principal participe el contexto en el que el individuo viva.
Esta violencia se basa en aspectos que bien pueden ser históricos, sociales, cultural, entre otros, y no se limita solamente hacia una persona o un grupo de individuos, es una violencia que nos afecta a todos y que siempre ha estado ahí, que nos transgrede y determina ciertas formas que tenemos de actuar y de pensar.
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A continuación observaran una recopilación de obras en las que se hace evidente este tipo de violencia de contexto, basándose principalmente en las problemáticas de genero que han surgido y como esta violencia ha sido participe en dichas problemáticas.
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Cindy Sherman: Untitled Film Still #27 (Sin título #27), 1979
En su serie Untitled Film Still, Cindy Sherman posa disfrazada de varios personajes típicos femeninos, escenifica diversas situaciones inspiradas en la estética del Film Noir, Hollywood de los años 50's y 60's y películas de arte europeo. A través del conjunto de 70 fotografías en blanco y negro, Sherman se inserta en un diálogo sobre las representaciones estereotípicas de la mujer. Usa ropa vintage, pelucas y maquillaje para crear esta variedad de personajes a quienes retrata en momentos aparentemente solitarios, sin vigilancia, en reflexión, sin ropa o en conversaciones con alguien fuera de la escena. Al igual que las imágenes de películas reales, las series que crea Sherman evocan eventos en posibles narraciones que el espectador puede inventar o interpretar de diferentes maneras, lo que sugiere un original que de hecho nunca existió.
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Ana Mendieta: Autorretrato con sangre, 1973.
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En esta obra de 6 fotografías en primer plano, Mendieta hace uso de su propio cuerpo para manifestarse, en un performance, en contra del maltrato a la mujer. La sangre escurriendo por su cara y pecho muestran muy de cerca la imagen de una mujer violentada que caracteriza el frecuente problema social de los feminicidios.
Cindy Sherman: Untitled #258 (Sin título #258), 1992. De la serie Sex Pictures (Imágenes sexuales).
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En esta serie la artista sigue una corriente feminista fuerte y convincente, el trabajo con partes del cuerpo fue un desafío para el feminismo convencional no solo para reducir el cuerpo a partes objetivas, sino también su recurso a la pornografía. En esta serie de trabajos el elemento de vulnerabilidad en las mujeres retratadas que era recurrente en el trabajo de Sherman en un principio desaparece,no hay nada vulnerable allí excepto el efecto forjado en los espectadores a quienes se les hace sentir como testigos de una atrocidad tácita. Lo que esta artista logra es mostrar hasta que punto la identificación humana está atrapada en las identificaciones sexuales y, por lo tanto, la imposibilidad de ver "solo" un agujero cuando se ubica en una zona erógena, en Untitled #258 Sherman logra su objetivo de hacer conmovedoras las imágenes sexualmente explícitas.
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Ana Mendieta: Glass on Body (vidrio en el cuerpo), 1972.
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Como parte de su trabajo en el que se muestra su enfoque al cuerpo femenino, en esta serie de fotografías que resultaron como registro de un performance, se muestra a la artista presionando un vidrio sobre algunas partes de su cuerpo en las que se evidencia un gesto violento. Es a partir de estas fotografías que busca hacer una denuncia a la violencia contra las mujeres y puede verse tanto desde el punto de vista físico (al representar también un cuerpo violentamente deformado) como ideológico queriendo desintegrar la concepción del cuerpo de la mujer como recipiente erótico.
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Cindy Sherman: Untitled #179 (Sin título #179), 1987. De la serie Disgust Pictures (Imágenes de repugnancia).
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De la serie Disgust Pictures los referentes que uso en un principio Cindy Sherman como estereotipos femeninos cambian radicalmente, se entrega, en cambio a la capacidad de impacto de imágenes en las que muestra situaciones del cuerpo que se malforma, son naturales pero la sociedad no las acepta abiertamente. Imágenes repugnantes, asociadas a la anorexia, bulimia o a la condición biológica femenina como la sangre menstrual, desfetichizando y robandole todo lo sublime al cuerpo, su belleza. Se da entonces un encuentro real sin tapujos, velos, marcos de presentación con lo que también constituye la naturaleza humana y no es completamente agradable a la vista. En esta serie Sherman se propone hacer que esa violencia que una vez fue romantizada aterrice a la realidad de lo obsceno y lo abyecto que deja en evidencia la hipócrita moral de la sociedad con respecto al cuerpo.
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Cindy Sherman: Untitled #167 (Sin título #167), 1986. De Disasters Series (Series de desastre)
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En la serie de Disasters Sherman investiga directamente temas grotescos y repugnantes. La sensación de presentimiento provocada por trabajos anteriores es más evidente, lo que sugiere el horror de las películas de terror (un género que se centra significativamente en las víctimas femeninas). Sin título, # 167 representa la escena de un horrible crimen. De la tierra emergen la nariz, los labios y las puntas de los dedos pintados de rojo de una víctima rubia, aparentemente femenina. Una fotografía Polaroid desechada sugiere documentación (ya sea por un oficial de policía o tal vez el villano, cuyo reflejo aparece en un espejo de maquillaje abierto), e indirectamente implica al artista como voyeur fotográfico. La oscuridad de la imagen y el reflejo de la superficie de la fotografía dificultan que el espectador examine la escena. Sin título, el número 167 presagia el uso de partes protésicas del cuerpo de Sherman en sus trabajos posteriores, así como la eliminación gradual de su propia imagen.
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Ana Mendieta: Rape Scene (escena de violación), 1972.
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Cruda y explícitamente, este performance registrado en 5 fotografías invita al espectador a mirar de cerca un suceso impactante que ocurre todos los días. Como reacción a la violación de una compañera de universidad, la artista Ana Mendieta dispone de su cuerpo para presentarse semi desnuda, atada de manos y cubierta de sangre (además de preparar su apartamento con indicios violentos) para recrear un ambiente perturbador, que visibiliza la crueldad de un acto de violencia sexual y hace un llamado a la reflexión social a través de una muestra artística que refleja las atrocidades que suceden al concebir el cuerpo femenino como objeto de placer.
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